En el siglo XVIII, el Domaine de Rieussec pertenecía a los monjes de Carmes de Langon. Confiscado durante la revolución, el Domaine fue puesto en venta hacia el año 1790 como “Bien Nacional”, siendo adquirido por Monsieur Marheilhac, propietario por aquella época del Château La Louvrière en Léognan.
Al momento de la clasificación de 1855, su propietario era Monsieur Mayne. En ella se reconocía la calidad del terroir de Rieussec como “Premier Cru Classé” de Sauternes y Barsac. A partir de esa fecha, la historia de Rieussec se ve salpicada de cambios de propietario: Charles Crepin (hacia 1870), Paul Defolie (1892), M. Bannil (1907), luego la familia Gasqueton (propietaria del Château Calon-Ségur en Saint Estèphe), P.F. Berry durante la guerra (ciudadano norteamericano y cuñado del Vizconde de Bouzet), M. Balaresque (1957) y, finalmente, Albert Vuillier (1971), ferviente admirador de los “vinos licorosos” de Sauternes.
En 1984, Domaines Barons de Rothschild (Lafite) adquirió el Château Rieussec, ampliando su superficie a 110 hectáreas, 68 de las cuales poseen viñas. Con el fin de conseguir la mejor expresión del potencial del Château Rieussec, se tomaron rigurosas medidas como por ejemplo una selección más meticulosa de las uvas y una fermentación realizada en barricas, permitiendo afinar aun más la selección a la hora de ensamblar el Grand Vin.
Se construye una nueva bodega para alargar la crianza en barricas a partir del millésime 1989 y se reduce drásticamente la cantidad de Grand Vin en los años 90 gracias a una selección más rigurosa. Es más, en vista de la calidad deficiente, no se produjo Grand Vin el año 1993.
A partir del año 2000, la renovación de las bodegas de envejecimiento, la construcción de una bodega de fermentación y el desarrollo técnico de la sala de recepción y de prensado hicieron su aporte al continuo esfuerzo cualitativo emprendido desde 1985.
Los primeros esfuerzos de selección se vieron recompensados por la excelente trilogía de millésimes 1988, 1989 y 1990. El decenio de 1995 a 2005 fue otro periodo de notables vinos que coronaron los esfuerzos de los viñateros. El tiempo no afectó a los extraordinarios 1996, 1997, 1999, 2001, 2003 y 2005, entre otros. De hecho, la revista Wine Spectator distinguió a Château Rieussec 2001 como Wine of the Year 2004.