La familia Léglise, originaria de Libourne, es la que da vida a Château L’Évangile, participando activamente en la constitución del viñedo de Pomerol a mediados del siglo XVIII. L’Évangile aparece en los catastros de 1741 bajo el nombre de Fazilleau.
Al iniciarse el siglo XIX, el domaine fue cedido a un abogado de nombre Isambert, quien lo bautizó con el nombre L’Évangile. En aquel entonces, el viñedo ya presentaba una configuración parecida a la actual, con una extensión aproximada de 13 hectáreas. En 1862, L’Évangile fue adquirido por Paul Chaperon, cuyos herederos, la familia Ducasse, siguieron a la cabeza de la propiedad hasta 1990. Paul Chaperon asentó la fama del Domaine y ordenó la construcción de la vivienda de L’Évangile siguiendo el estilo Segundo Imperio. Ya a partir de la segunda edición del catálogo Cocks Féret en 1868, L’Évangile se clasificaba y consideraba como un “Premier Cru del Alto-Pomerol”.
Al morir Paul Chaperon hacia 1900, sus descendientes administraron la propiedad hasta que, en 1957, Louis Ducasse decidió hacerse cargo de este domaine en franca decadencia y fuertemente afectado por las heladas de 1956. Se abocó entonces con gran éxito a la tarea de renovar el viñedo y a restaurar el prestigio de L’Évangile. A partir de 1982, su viuda, Simone Ducasse, fue la encargada de mantener la continuidad familiar.
En 1990, Domaines Barons de Rothschild (Lafite) adquirió L’Évangile de manos de la familia Ducasse, con la intención de asegurar la continuidad en los cuidados y la permanencia en el tiempo de la propiedad. La influencia de DBR se hizo sentir primero en una selección más depurada del Grand Vin, así como en la creación de Blason de L’Évangile como Second Vin. También se realizaron esfuerzos para mejorar el estado sanitario de las viñas mediante un plan de renovación parcial desarrollado a partir de 1998. El remozamiento total del cocedero y de las bodegas a partir de 2002 llevó al domaine a su actual configuración.
El decenio de 1995 a 2005 se vio coronado por la obtención de cosechas extraordinarias, entre las cuales sobresalen 1995, 1996, 2000 y una 2005 realmente excepcional.