El 2005, al igual que los dos años anteriores, estuvo marcado por la falta de lluvias en toda la región bordelesa. Los viñedos supieron adaptarse a esta sequía y las vendimias se llevaron a cabo en condiciones climáticas auspiciosas. Así, la vendimia tuvo lugar en Château L’Evangile entre el 8 y el 26 de septiembre, entre el 22 de septiembre y el 12 de octubre en los châteaux Lafite Rothschild y Duhart-Milon y en el caso de Château Rieussec se extendió hasta fines del mes de octubre.
Las primeras degustaciones realizadas han confirmado en forma contundente las impresiones recabadas durante la vendimia: los vinos se presentan concentrados, con un grado elevado de alcohol y taninos de gran riqueza. Sabrosos y equilibrados, hacen gala de una materia prima extraordinaria. En fin, solo es posible aventurar un resultado sobresaliente.